miércoles, 27 de mayo de 2009

Los lobos le cantan canciones a la Diosa todas las noches de luna llena

Ya que parece ser que no he ganado (¡vaya sorpresa! XDDD) pues os lo dejo aqui, espero que os guste ^^

“Los lobos le cantan canciones a la Diosa todas las noches de luna llena”

Esas fueron sus últimas palabras antes morir, aquí, en su vieja cabaña.

Me encontraba sola, intrigada por aquellas palabras llenas de misterio.

Mi corazón palpitaba fuertemente de excitación y por la tensión que había en el ambiente. Hoy era noche de luna llena y me hallaba en el robledal…

Salí de la cabaña, los rayos de luna se filtraban a través de las hojas de los robles. Todo era muy bello, me asombré al descubrir que pocas veces me habría fijado en ello, pero hoy, parecía tener todo un color especial.

Un aullido rompió el silencio del ambiente y otros muchos le siguieron.

Mi cuerpo se estremeció, pero no de miedo, sino de placer, un placer intenso inundaba mi cuerpo.

Los lobos se acercaban a este lugar a un trote rápido, al llegar no repararon en mí, sino que fueron directamente hacía el roble más anciano del lugar.

Había lobos blancos, negros, grises y de colores varios. Todos rodearon el árbol y juntos entonaron una hermosa melodía.

Nunca pensé que algo tan bonito pudiera salir de las fauces de aquellos animales tan temidos por el hombre.

La música empapó mi alma, el placer era tan intenso que no pude resistir y aullé con ellos hasta que me quedé sin voz.

Los lobos corrieron por el bosque y yo con ellos. Mi alma ya no era humana, sino animal. Corrí, salté, troté como nunca antes lo había hecho. Sentí todo el bosque lleno de vida, cada brote que emergía del suelo, cada hoja que se llevaba el viento, el palpitar de los corazones de todos los animales, el correr del agua y el fuego interno.

Jugué con los lobos, me revolqué con ellos, les entendía…

Miré a lo lejos y pude ver una criatura que parecía humana, pero que era portador de una gran cornamenta. La criatura perseguía a una mujer que por momentos era loba… “¡los Dioses!” me dije y los lobos corrieron con ellos.

Mi cuerpo ya no podía seguirles y me quedé tumbada bocarriba en el suelo, con la respiración agitada y con el alma llena, entonces de mí boca surgió aquellas palabras que antes no había comprendido “los lobos le cantan canciones a la Diosa todas las noches de luna llena”