jueves, 17 de mayo de 2012

Reflexión sobre la vida

Desde niña siempre he creído en una fuerza sobre-natural que habitaba en la naturaleza..
Cuanto más pasaba el tiempo, más creía en ella y empezaba a olvidar todo lo que me habían enseñado con el cristianismo.
Sabía que algo allí me llamaba y en cierto modo me cuidaba.

Los dioses han estado siempre ahí, aunque mucha gente los ha olvidado o los ha relegado a diablos.

He de reconocer que tengo fases en las que vivo más intensa en compañía de estos dioses y otras veces por lo que sea los dejo un poco de lado.
Me da pena en los momentos que les dedico menos atención, menos tiempo, aunque siempre se que están ahí.

¡Me encanta celebrar los pasos de las estaciones! ver como la naturaleza cambia, ver como hay momentos en los que rebosa de vida y otros en los que esta todo más dormido.

Es gratificante oír en primavera a los pájaros cantar sus bellas melodías. Oír el canto de las ranas y sapos...

Aún viviendo en la ciudad podemos notar todos estos cambios, y podemos cambiar con la naturaleza misma.

¡dejemos que ella nos llene de vida! ¡dejemos que esos dioses olvidados vuelvan a nuestras vidas!

Que no nos engañe nadie diciendo que la naturaleza es maligna, pues ella ha sido la que nos ha concedido la vida y debemos agradecérselo siempre.


No hay comentarios: