Hace un año que dejé de
verte. Nunca pensé que aquel día de febrero iba a ser la última vez que íbamos
a estar juntos en esta vida. Si lo hubiera sabido me habría quedado contigo muchísimo
más tiempo. Todo el que hubiera hecho falta.
Se que me acompañas en
espíritu aunque solo te sienta algunas veces.
Se que siempre me has
querido con locura, al igual que te quería yo a ti.
¿Y ahora qué? ¿Qué será de ti? ¿Qué será de mí?
Te sigo necesitando a mi
lado. Necesito que apoyes de nuevo tu cabeza contra mí pidiendo esas caricias
que tanto anhelabas. Incluso se saltes con desesperación al saludarme. ¿Qué
cosas eh? Mira que te dije miles de veces que no saludarás así y ahora lo echo
de menos… Por supuesto el poder pasear largas horas contigo.
¿Sabes? Cada vez que
pienso en tener otro perro a mi lado no puedo evitar pensar que no le haría
feliz, y que yo tampoco lo sería. Siempre pienso que no estará a tu altura, que
lo compararé contigo y no lo valoraré como se merece.
Sé que son tonterías y
debería algún día, darle a un perro necesitando lo único que no te pude dar a ti,
un buen hogar. Quizás me culpe por no haber podido tenerte conmigo en casa tus últimos
meses de vida… No lo se… Solo se que te hecho de menos y eso es complicado de
cambiar.
Prométeme una cosa, por
favor, se feliz allá donde estés y espérame, que algún día nos encontraremos de
nuevo.
Te quiero mi bichito
peludo y siempre te querré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario